18 julio 2016

ODESUR El heredero de don Pepe, cara a cara con los Juegos de su padre

“La influencia de Pepe llegó a que en ese tiempo se decidiera el alto a las clases escolares. Tuvo la habilidad de ver lo grande”.

Don José sabía lo que hacía. Cuando en la década del 70 convenció al entonces dictador de Bolivia, coronel Hugo Banzer Suárez, de convertir al deporte en una necesidad de Estado, daba comienzo a una suerte de revolución que, en el corto camino, también acunaría a los Juegos Odesur, antes denominados Cruz del Sur.

Sí. Bolivia dio paso a estos Juegos. No obstante, es un capítulo que desglosaremos después. Ahora cabe entender quién fue aquel hombre. Luego introduciremos al otro José, “el heredero”.

En 1977, don José Gamarra Zorilla se desempeñaba como presidente del Comité Olímpico Boliviano (COB). Sus argumentos fueron suficientes como para hacer que Bolivia pidiera ser sede de los Juegos Bolivarianos de 1977, año en que La Paz tocó el cielo con las manos tras unos resultados mayúsculos.

Su sugerencia de que el Estado cobrara impuestos a la cerveza para generar fondos para el deporte (en aquella época) ha quedado constatada en decenas de artículos y libros que dedicaron páginas a esta historia, misma que se produjo en un recodo del continente y que ha explotado para devenir en una cuestión de importancia masiva (se trata de la mayor cita suramericana).

Don Pepe ha sido el primer presidente y prácticamente creador de Odesur, gran razón para su trascendencia en la historia del evento.

“Tuvo la habilidad de ver lo grande”, confesaba Germán Azcárraga (secretario general de los Bolivarianos de 1977) en el artículo de Alejandro Guevara Onofre (2012).

Treinta y ocho años después, José Gamarra, el hijo de aquel hombre ya extinto, está emocionado. El “heredero involuntario”, también uno de los exjinetes más laureados en el hipismo nacional, no oculta su alegría al saber que el país se reencontrará con el torneo.

“Necesitamos demostrarle nuevamente al mundo que Bolivia tiene condiciones. Lo vamos a conseguir”, dice, quien a sus 70 años radica en Estados Unidos y se retiró de las competencias hace casi una década. “Para mí, esto es emocionante”, recalca, Gamarra que actúa como juez internacional en los deportes ecuestres.

Se ha reunido con el director del Comité Organizador de los Juegos (Codesur), José Luis Zelada, y, tras ello, aceptó ser el delegado técnico de la disciplina. Una de sus primeras tareas bajo el cargo ha sido visitar el Complejo de la Escuela Militar de Sargentos del Ejército (EMSE), en Tarata. Valoró el lugar y se mostró contento con la “megaobra” que estará terminada para diciembre próximo.

Se muestra sencillo, humilde, cualidades que lo impulsan a decir que ha encontrado la oportunidad de “devolverle al país un poquito” de lo que recibió en su extensa carrera deportiva.

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